
Flexibilidad laboral: el secreto para el nuevo mercado
Entre los cambios rápidos que ha experimentado el mercado laboral, las personas han buscado nuevas dinámicas, recursos y esquemas para sobrevivir a ellos. Algunos, como el trabajo remoto, han eliminado de a poco el concepto tradicional del entorno laboral. Cualquiera que sean los próximos pasos a seguir, hay un elemento que no se puede ignorar si se busca continuar en crecimiento y con equipos calificados: la flexibilidad.
Flexibilidad laboral más allá del home office
Trabjar desde casa es de las opciones flexibles más comunes, sobre todo durante el tiempo de pandemia por COVID-19, entre un millón 873, 56 de negocios en México, sólo 5.7% se mantendrá en esta modalidad. Esto implica un reto para aquellos sectores que, debido a sus procesos, no pueden laborar a distancia.
Para flexibilizar este tipo de puestos, algunas opciones son:
Tiempo completo con horarios flexibles:
Consiste en laborar durante ocho horas diarias, pero cada colaborador tiene la capacidad y autonomía de modificar su horario de entrada y salida sin afectar tiempos de entregas, proyecto y procesos de los equipos.
Trabajo compartido:
Es la división de un puesto en dos turnos. Las personas involucradas pueden elegir si es a partir de medios días o de días completos.
Modelo híbrido:
Los colaboradores tienen la oportunidad de trabajar algunos días en las oficinas y otros, a la distancia.
Semana comprimida:
Se trata de trabajar más horas por cuatro días de la semana (con el cuidado legal que esto implica) para tener al alcance tres libres.
Lo que no debes olvidar para implementarla
La flexibilidad permite que cada colaborador tenga un balance entre su vida profesional y personal. Esto es relevante para el cuidado de la salud mental, que a su vez tiene impacto en el comportamiento organizacional. Pero para ofrecer estas alternativas, es necesario trabajar en actitudes y creencias.
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La confianza, madurez y compromiso son los pilares para cualquier opción de flexibilidad. De lo contrario, se corre peligro de generar desgaste emocional y mental entre colaboradores y líderes. La autogestión y autonomía son parte de cualquiera de las nuevas alternativas por implementar.
Una cultura flexible reduce costos, disminuye la probabilidad de rotación y aumenta la productividad y motivación. Sin embargo, para poder experimentar estos beneficios, previamente debe haber fortalecimiento de nuevas creencias sobre los esquemas de comunicación y acuerdos entre cada persona que forma parte del equipo.