Si algo hemos aprendido en los últimos cambios del mundo laboral, es la prioridad por la salud mental de cada colaborador. Las emociones y las reacciones ante ellas impactan no sólo a nivel individual, también en el rendimiento y productividad de equipos enteros.

Existen diversas problemáticas relacionadas con el estado de la mente, la inteligencia emocional y el área profesional. Sin embargo, poco se habla sobre cómo hacer frente a ellas y qué medidas tomar para apoyar, desde entornos profeisonales, en procesos de recuperación de quienes enfrentan padecimientos mentales como la depresión.

¿Depresión en colaboradores?

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 15.4% de los empleados en México presentan síntomas de depresión. Entre los factores que motivan la presencia de esta enfermedad en los profesionales se encuentran:

• No ser tomados en cuenta en sus empleos.
• Falta de reconocimiento.
• Ausencia de una red de apoyo en el trabajo.
• Interrupción o cambios en dinámicas de trabajo a partir de la crisis por COVID-19

La depresión es un trastorno mental caracterizado por un bajo y frecuente estado de ánimo y tristeza. Su aparición depende de los neurotransmisores de las personas, pero también del estado económico y entornos sociales. Por ello, enfrentarla se convierte en un asunto relevante desde los ambientes laborales.

Enfrentar la depresión en el entorno laboral

Si bien la depresión requiere de un tratamiento establecido por un profesional de la salud mental, existen algunas acciones corporativas que permiten tomar medidas sobre ellas y los colaboradores que la padezcan. En ese sentido, el primer paso es su identificación.

Algunas señales de colaboradores con depresión pueden ser:

• Asistir con desánimo y desmotivación.
• Conflictos para tomar decisiones debido al estado de ánimo.
• Cambios físicos como pérdida o exceso de apetito.
• Cansancio elevado y falta de concentración.

Una vez que se haya identificado la depresión en algún integrante de tu equipo o él te lo haya notificado, es importante tomar acción. Algunos puntos como la flexibilidad laboral, planes de trabajo que permitan una mejor gestión para dar balance a la vida personal, el reconocimiento y capacitaciones innovadoras (a partir de la gamificación, por ejemplo) que generen mayor motivación, pueden ser puntos de partida.

Sin embargo, aunque las medidas como empresa son importantes para el proceso de quien padece depresión, es relevante que se obtenga un diagnóstico oportuno para hallar una solución a tiempo y evitar complicaciones que no solo conducen a la partida de miembros clave, sino a desenlaces indeseados para las vidas de las personas.

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