
El poder de la gamificación competitiva.
Dentro del desarrollo corporativo de cualquier empresa u organización, existen esquemas de trabajo diseñados para impulsar un espíritu competitivo entre equipos y los colaboradores. Esto se debe a que recurrimos a la competencia cuando deseamos construir un entorno colectivo que favorezca el esfuerzo colaborativo para llegar a cumplir con ciertos objetivos.
Pero debemos ser precavidos, pues aunque las técnicas y mecánicas de gamificación competitivas están en auge, una mala planeación y desarrollo podrían tener resultados inesperados y hasta contraproducentes.
¿Alguna vez viste ‘Malcolm In The Middle’? Esta serie de televisión de principios del 2000 nos demostró un claro ejemplo de que utilizar una estrategia de competencia puede salirse de control si no se realiza adecuadamente.
Los riesgos de no manejar una buena estrategia competitiva
Crear un entorno competitivo negativo implica que los intereses personales pueden llegar a cobrar mayor relevancia que los propios intereses corporativos. Por esta razón, es muy importante desarrollar una estrategia de control adecuada que promueva un entorno competitivo positivo.
Promover la competencia implica aprovechar las habilidades y aptitudes de cada persona para generar una rivalidad individual, grupal (interno) o a nivel corporativo (externo).
No, no nos basta con simplemente juntar elementos de juego competitivos (como poner una pista y una medalla) y esperar a obtener resultados efectivos. Agregar estrés adicional a la competencia de los desafíos en los empleados sólo va a resultar en una situación de deterioro con mayor probabilidad de agotamiento y desempeño desigual.
Evita forzar una mecánica de competencia si aún desconoces la situación y las necesidades de tu equipo por las que consideras necesario aplicarlo. Es más, hacer una investigación más a fondo podría ayudarte a encontrar mecánicas de juego que brinden mejores soluciones. La gamificación no sólo es competencia.
Si deseamos diseñar una estrategia competitiva adecuada, vamos a requerir de tres elementos clave:
- Aprovechar los componentes y atributos de nuestros integrantes
- Considerar en qué nos va a ayudar implementar un entorno competitivo
- Conocer cada uno de los mecanismos de juego competitivos y sus aplicaciones
Un buen espíritu competitivo se forja a través del reto y la búsqueda de una recompensa que nos motive a superarlo. Por esta razón, antes de desarrollar una competencia en nuestros equipos de trabajo, requerimos de pensar estratégicamente en la forma de desarrollarlo. ¡No dudes en contactar a expertos como nosotros!