La autonomía en tu equipo es uno de los puntos clave para enfrentar el mundo laboral que está cambiando rápidamente, no solo por la innovación tecnológica de los últimos años, sino por la introducción de nuevas generaciones que vienen a aportar ideas frescas y nuevos métodos de trabajo.

En este sentido, las necesidades de la fuerza laboral han cambiado. Los escenarios donde los colaboradores son supervisados durante toda su jornada son cosa del pasado, por el contrario, se ha visto que la productividad del trabajo incrementa si se brinda a los equipos la confianza para desarrollar su potencial.

Tú qué opinas, ¿crees que el desempeño y ambiente laboral mejoran cuando los equipos de trabajo son autónomos? Sigue leyendo este post y acompáñanos a descubrirlo.

El poder de la libertad

Impulsar la autonomía en el trabajo no significa dejar que los colaboradores hagan lo que quieran, la autonomía supone ser capaz de imaginar, emprender, desarrollar y evaluar acciones o proyectos individuales o colectivos con creatividad, confianza, responsabilidad y sentido crítico.

Gracias a ésta, los trabajadores pueden lograr un equilibrio entre su vida privada y el trabajo, lo que supone mayor satisfacción laboral y personal, traducida en una mayor productividad. 

Las personas que sienten mayor libertad laboral y mantienen un buen equilibrio entre su trabajo y su vida personal, son un 21% más productivas en sus labores.

Corporate Executive Board

¿Cómo fomentar la autonomía laboral?

Llevamos años creyendo que la vigilancia y el castigo son la única manera de alinear a los colaboradores para el logro de objetivos, sin embargo, se ha comprobado que hay otros caminos para garantizar el cumplimiento efectivo de las tareas.

Para que esto ocurra, será fundamental que los líderes ayuden a impulsar la satisfacción personal y la motivación de sus equipos de trabajo.

Veamos algunos consejos que pueden ayudarte:

Permite que organicen su tiempo y tareas

Deja que tus colaboradores autogestionen sus actividades, estructuren su agenda y programen sus tareas en función de su ritmo de vida.

Solo no olvides asegurarte de que cumplan con los objetivos estipulados semanal o mensualmente.

Para ello, recomendamos que realices reuniones periódicas para programar tiempos de entrega, comentar dudas, estrategias y pasos a seguir en cada proyecto.

El uso de herramientas como Trello, podrían ayudarte a organizar y visibilizar cada tarea.

Reconoce los sentimientos negativos con relación a los proyectos

Como dice la frase “no todo es color de rosa”. Si bien hay proyectos que entusiasman desde que se plantean, hay otros que resultan más tediosos o complejos, por lo que pudieran generar un sentimiento de frustración.

Es necesario que abras bien los ojos y logres percibir esta situación, para ofrecer oportunamente alternativas y/o soluciones y  hacer frente a la falta de motivación. 

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Retroalimentación oportuna y asertiva

En la vida como en el trabajo, solemos cometer errores; el problema es que cuando se recibe una crítica, en muchas ocasiones ésta limita nuestra iniciativa, afecta la confianza y en muchas ocasiones dispara sentimientos como el miedo o el enojo.

Así que debe tenerse cuidado en la retroalimentación que se dé, para que el error no vuelva a ocurrir, pero al mismo tiempo, no vulnere al colaborador, sino lo empodere a seguir adelante y aprender de lo vivido.

Por ello, dicha retroalimentación deber ser oportuna, debe perseguir una meta, ser comprensible, simple, específica, accionable y constante.

Por otro lado, será necesario tener claro el tipo de retroalimentación que se dé, pues no es lo mismo evaluar a la persona que al trabajo realizado.

Por ejemplo, evaluar una tarea, brinda información sobre logros, aciertos, errores y construcción de conocimiento. Por su parte, retroalimentar el proceso, implica la información sobre el grado de comprensión, procesos cognitivos, estrategias usadas, entre otros.

Construye confianza

La confianza es compleja, su significado varía según la persona y aunque puede ser positivo o negativo, lo cierto es que suscita emociones.

Pero no partamos del miedo y tomémosla como la base para fomentar el crecimiento, para delegar tareas y funciones que los colaboradores toman con responsabilidad y compromiso.

Concibámosla como un boomerang: cuando se deposita en una persona, es más fácil que ésta la devuelva a quien se la concedió.

La confianza tiende un puente entre la necesidad empresarial de generar resultados y la necesidad humana de relacionarse.

En este sentido, te aconsejamos también que fomentes una cultura de transparencia para que tus colaboradores cuenten siempre con la información que necesitan. Muestra apertura, permite que los colaboradores conversen entre ellos y con sus líderes, que se involucren con los procesos, planteen dudas y propuestas para mejorar.

Sin duda, la autonomía en los integrantes de tu equipo garantiza un mayor compromiso, responsabilidad, motivación y grado de bienestar en los trabajadores, pero también asegura un incremento en el rendimiento y productividad para las empresas. En pocas palabras es un ganar-ganar.

Reforzar la relación entre tú y tus empleados será el impulso que necesitas para llevar a tu empresa al éxito.