
Gamificación y microlearning: La fórmula para trabajar en los soft skills
Poca gente sabe qué son los soft skills, pues tanto en la escuela como en el trabajo, el aprendizaje y el progreso, suelen medirse y enfocarse en nuestros conocimientos, idiomas y otras competencias, también conocidas como hard skills.
Sin embargo, aquellas habilidades como la capacidad de trabajar en equipo, empatía, comunicación, organización, entre otras tantas cualidades personales y sociales, se han dejado a un lado, ignorando el desarrollo personal, situación que en muchos casos desmotiva a alumnos o colaboradores.
De hecho, con base en un estudio de LinkedIn el desarrollo de soft skills, se ha convertido en uno de los principales retos para Recursos Humanos.
Ante la necesidad de crear programas de formación en competencias que se adapten a las nuevas tecnologías, modelos educativos y de negocio, tienen lugar el microlearning y la gamificación, dos estrategias que han venido a desplazar las metodologías tradicionales de educación y capacitación.
Microlearning: Pequeñas dosis de aprendizaje
No es un secreto que hoy en día los contenidos visuales y dinámicos facilitan el aprendizaje, sin embargo, hay que tener cuidado en cómo, dónde y cuándo se promueven.
El microlearning es una tendencia de formación que consiste en la distribución de los aprendizajes necesarios, a través de impactos cortos, frecuentes y directos, por ejemplo, videos, ilustraciones, infografías, diagramas, textos y audios.
El microlearning, término que fue introducido por J. Nielsen en 1998, es una herramienta que se usa con frecuencia y robustece el e-Learning Corporativo y el Mobile Learning.
De hecho, si te pones a analizar, las redes sociales funcionan bajo esta modalidad, permitiéndonos acceder a videos, textos e imágenes que nos enganchan y permiten digerir mejor la información. Por ello, hay que detenernos a valorar el potencial del microlearning como herramienta de aprendizaje.
El combo ideal
El microlearning, junto con la gamificación, – una herramienta de formación que utiliza técnicas basadas en el juego, y que también has vivido a través de las redes sociales-, se han convertido en la fórmula ideal para poner en práctica los soft skills, promoviendo una serie de habilidades sociales, que refuerzan las competencias dentro de las aulas y los lugares de trabajo.
Si todavía no te convences de las oportunidades que ambas estrategias ofrecen, a continuación te compartimos 4 razones por las que la gamificación y el microlearning son la combinación perfecta. ¡Toma nota!
- Fomenta la participación en la formación: Las capacitaciones o planes de aprendizaje normalmente se sienten como algo impuesto y aburrido, lo cual genera un sentimiento de rechazo o miedo, que deriva en niveles bajos de participación y desmotivación. Sin embargo, con gamificación y microlearning, los usuarios aprenden a su propio ritmo, en ambientes relajados, con acceso a contenidos dinámicos y fáciles de entender.
- Incrementa la motivación mediante recompensas: El uso de incentivos, fomenta la curiosidad entre los usuarios y los motiva a alcanzar sus metas.
- Hace divertido lo aburrido: El aprendizaje deja de ser tedioso, por poco llamativo que resulte un tema. La gamificación acompañada de pequeñas dosis de contenidos en diversos formatos, permite llevar a cabo un proceso de formación que va de lo simple a lo complejo, con enfoque en temas y objetivos definidos.
- Te prepara para la vida real: Gracias al acceso a contenidos multiformato y a las mecánicas y dinámicas de juego, se favorece un aprendizaje in situ, promoviendo una serie de comportamientos concretos que alumnos o colaboradores puedan poner en práctica en sus actividades del día a día.
Garantizando la formación de soft skills
Aunque cada empresa o institución tenga necesidades específicas para garantizar el desarrollo de soft skills, si se quiere implementar un plan de microlearning y gamificación, éste debe cumplir con los siguientes requisitos básicos:
- Que contenga recursos variados que cubran todos los estilos de aprendizaje (visuales, auditivos, lectores y kinestésicos).
- Introduzca dinámicas sociales para mejorar la adquisición de conocimientos, como por ejemplo, espacios de convivencia, diálogo y conversación.
- Acerque la formación al día a día del profesional, con preguntas adaptadas a situaciones cotidianas.
- Dé cobertura a todas las áreas del desarrollo profesional.
- Permita mediar y evaluar el progreso de cada usuario.
- Utilice una tecnología intuitiva y fácil de usar desde cualquier dispositivo.
Cuéntanos, ¿ya has implementado dinámicas de microlearning y gamificación en tus planes de formación de competencias?
Si quieres empezar a hacerlo, pero no sabes cómo se puede adaptar a tus necesidades, te invitamos a contactarnos y descubrir lo fácil que puede ser llevar el aprendizaje al siguiente nivel.
