
Motivadores y tu estrategia de gamificación.
Conocemos la importancia que tiene la gamificación en el panorama actual de las estrategias organizacionales y de capacitación empresarial. Esta popularidad no sólo se debe a la entrega de medallas y trofeos, sino al conjunto de tácticas y técnicas propios de los juegos y su efectividad para ser aplicadas en otros entornos que favorezcan los objetivos que se tienen planteados.
Aunque las recompensas son importantes, una correcta gamificación no sólo se trata de eso.
Pero para lograr el éxito de una estrategia de gamificación, debemos lograr mantener a nuestros compañeros usuarios entretenidos en estos, y para ello, necesitamos de los motivadores.
De acuerdo con Sébastien Samson, experto en diseño de juegos y líder de proyectos de estrategias gamificadas, ese impulso que tenemos por sumergirnos dentro en los juegos proviene de la motivación, la cual está estrechamente vinculada a los intereses propios del usuario, que se da bajo tres condiciones:
La anticipación.
Donde esperamos obtener un resultado gratificante. ¿Por qué debo participar? ¿Para qué tengo que hacerlo? ¿En qué me beneficiará? Un claro ejemplo de ello es cuando decidimos si comprar un videojuego nuevo, leemos las opiniones, si es el juego podrá cumplir con nuestras expectativas y todo lo que podemos esperar obtener.
La actividad.
Son todas aquellas las acciones que nos provocan seguir participando. ¿No te pasa que cuando juegas Angry Birds o Candy Crush en tu celular, sigues jugando a pesar de que ganes o pierdas? Esto se debe a que existen técnicas de atracción durante los juegos que pueden hacerlos tan adictivos que no deseamos despegarnos del celular. Algunos ejemplos son el cúmulo de puntos, palabras alentadoras, tener el control de vencer enemigos y muchas otras más.
Las recompensas.
Son los beneficios y gratificaciones que obtenemos al subir de niveles y al terminar cada juego. Estos suelen ser puntos, medallas o más tiempo de juego. Es así que podemos pasar de un motivador intrínseco (como el gusto por el tipo de juego, por ejemplo) a uno extrínseco (ganar determinada medalla o campeonato, por ejemplo).
Ahora que conocemos bien los diferentes tipos de motivadores que nos mueven como usuarios, cada que pensemos en motivadores de gamificación para nuestros equipos, debemos tomar en cuenta lo siguiente:
¿Qué podemos hacer para atraerlos?
A pesar de que nuestros objetivos sean claros y por mucho que sean atractivos y bien justificados para nosotros como líderes de equipo, la percepción que tendrán los usuarios no será la misma. Conoce qué es aquello que les motiva y que les podría interesar con tu proyecto de gamificación. Así sabrán lo importante que es participar y, a su vez, lo entretenido e interesante que este puede llegar a ser.
¿Cómo hacer que participen activamente en nuestra estrategia?
Después de provocar interés entre los usuarios, logra que el nivel de atención no se pierda e incluso incremente. Utiliza herramientas e incentivos como los premios, retroalimentación y recompensas que le ayude al equipo a seguir participando.
¿Cómo lograr que deseen quedarse en ella?
Una vez que logramos la participación activa y el interés por parte de los usuarios, nuestra misión será ahora la constancia y permanencia en nuestro proyecto. Esto lo podemos lograr haciendo un constante análisis de la experiencia de los usuarios y buscar métodos para seguir participando. Un ejemplo de ello son llamados a la acción, promociones, nuevas características, entre otros.
Recuerda que la motivación de los usuarios en la gamificación es esencial para lograr que se enganchen a nuestros proyectos, y así lograr llegar con éxito a nuestros objetivos por lo que decidimos gamificar. ¿Tú cómo motivas a tu equipo?