
Design Thinking: Salte de la caja y resuelve problemas.
Como expertos en capacitación, conocemos la importancia que tiene estar constantemente actualizados y mantenernos al tanto del impacto que arrojan nuestros programas en los usuarios y los resultados obtenidos. Esto con el fin de conocer las áreas de oportunidad que debemos de optimizar.
La metodología que ponemos en práctica para llegar a soluciones efectivas suele ser, en ocasiones, tan estricta y lineal que ni siquiera estamos seguros de ir por el camino correcto. Es allí donde encontramos la principal falla de las técnicas tradicionales del diseño instruccional, cerrar nuestras posibilidades y no optimizar los procesos de capacitación como deberíamos.
El error del modelo ADDIE
El modelo ADDIE es un tradicional diseño de sistemas instruccionales (ISD) para la localización de vías de solución efectivas ante problemas que se compone por cinco fases: análisis, diseño, desarrollo, implementación y evaluación. Sin embargo, con el paso del tiempo se dieron a conocer algunos defectos como no ser iterativo, además de que posee un enfoque lineal que no es diseñado por el propio usuario o con un fin no predeterminado.
Es común generar patrones de pensamientos repetitivos con las mismas acciones y conocimientos. El lado negativo de estos esquemas mentales es que pueden inhibir la creatividad para hallar nuevos modos de encontrar soluciones a diferencia de aquel proveniente de sistemas lineales.
Las estrategias y procesos pueden ser tan lineales que la creatividad puede convertirse en una molestia.
¿Qué puede hacer el Design Thinking por nosotros?
El design thinking consiste en conocer el desarrollo de experiencias que los usuarios experimentan mientras usan determinado producto o servicio (en este caso, los programas de capacitación) y configurar éstos en su beneficio. La primera impresión de esta técnica suele ser difusa en un principio, aunque es todo lo contrario. Este proceso se divide en 5 etapas:
- Empatizar. Conocer las necesidades de los usuarios.
- Definir. Indicar cuáles son los problemas y las necesidades de los usuarios.
- Idear. Comenzar a construir ideas.
- Hacer un prototipo. Comenzar a crear soluciones para resolver esos problemas.
- Probar. Poner a prueba las soluciones propuestas.
El design thinking no consiste en el diseño de cosas, sino de experiencias, aquello que siente el usuario mientra lo usa.
¿Cómo puede mejorar el diseño instruccional?
El proceso del design thinking no consiste sólo en dejar al usuario decidir y tomar decisiones, pero sí juega un papel importante dentro de este esquemas. Se requiere de un equilibrio consciente entre las necesidades de la empresa, de los alumnos y las limitaciones de factores internos y externos. De esta manera, encontraremos soluciones a un problema bien definido y comprendido.
El objetivo de analizar las necesidades de los usuarios no consiste sólo en saber lo que quieren, sino comprender a las personas a quienes dirigimos nuestros productos y servicios. Esto nos ayuda a conocer qué es lo que sabemos y desconocemos acerca de un problema, e inclusive encontrar un problema del que no teníamos conocimiento, en lugar de hacer suposiciones carentes de fundamentos.
Por otro lado, el desafío que enfrentamos al hacer design thinking es cuestionar los conocimientos propios, los problemas, las suposiciones y sus implicaciones, y no sólo en el mundo de la capacitación, sino en muchas otras áreas más como en los negocios, en la publicidad o en el diseño mismo.
La clave para asegurar tener éxito al aplicar design thinking es realizar una experimentación continua, que nos ayudará a profundizar más en la resolución de problemas.
Y tú, ¿qué estás esperando para comenzar desarrollar un pensamiento de diseño?